El magisterio del papa Francisco es una clara convocatoria a cada uno de los bautizados, y a la Iglesia en su conjunto, a constituirse en un “estado permanente de misión”. El Espíritu Santo impulsa la vida del cristiano, y por eso es no sólo destinatario de la obra evangelizadora de la Iglesia, sino también protagonista de la misión. Como Misioneras Siervas del Espíritu Santo, queremos anunciar a todos los hombres el amor de Dios Uno y Trino.  (art. 102. Const.).

MAZ (Misioneros laicos por un tiempo)

 

MBB (Misión Más Allá de Las Fronteras)